UNA MODERNIDAD IBEROAMERICANA: CONCEPTOS, PROBLEMAS Y DEBATES
Résumé
Pese a haber explorado muchas de las facetas de las sociedades iberoamericanas en la transición entre los siglos XVIII y XIX, los estudios inspirados en el paradigma de la modernidad política dejaron de lado aspectos que hoy resultan esenciales. Los problemas relacionados con la raza y los criterios de pertenencia étnicos en la esfera pública solo han recibido una atención limitada; la infancia, las mujeres y la condición femenina no han sido objeto de prácticamente ningún estudio sistemático que los vincule a las transformaciones revolucionarias del periodo; el librecambismo, y de forma más general, la dimensión económica del pensamiento liberal, que resulta primordial en la articulación de un nuevo mundo sin vínculos coloniales ni ataduras monopólicas, ha sido dejado de lado por reflexiones que no advierten el contenido político de cualquier formulación económica; la reactualización moderna del pensamiento conservador, que encontró en el hispanismo de inspiración católica un potente dinamizador de la historia del siglo XIX, solo ha sido abordado de forma tangencial por algunos estudios sobre la religión y la Iglesia católica; la historia de las relaciones internacionales y de las transformaciones del sistema internacional se ha concentrado en la interacción entre los países iberoamericanos y las grandes potencias, sin prestar prácticamen- te ninguna atención a las dinámicas de los subsistemas regionales de la península ibérica y de América Latina; la articulación de Portugal y Brasil a las revoluciones atlánticas, o las transferencias entre los espacios hispánicos y luso-brasileños no despertaron el interés de los investigadores sino hasta fechas muy recientes; y por último, la eclosión de modernidades políticas alternativas, que se alimentaron de las conexiones imperiales y posimperiales entre África, Asia, Europa y América, fueron marginadas durante muchos años de la reflexión conducida en numerosos centros de investigación del hemisferio norte. Sine embargo, la coexistencia de elementos tradicionales y modernos no define solo a las sociedades americanas. La necesidad de transmitir los valores modernos a través de la escuela, los símbolos, el arte, las ceremonias o el urbanismo no es un elemento único de las sociedades poscoloniales, sino un proceso histórico transversal, que revistió modalidades singulares en función de los tiempos y de los espacios, y cuyas huellas pueden rastrearse en París y Río de Janeiro, en Ecuador e Inglaterra o en la Europa meridional y el Caribe. La nación moderna fue una novedad tanto en las antiguas metrópolis europeas como en los territorios imperiales de ultramar.
Fichier principal
Una modernidad política iberoamericana. Conceptos, problemas y debates .pdf (146.39 Ko)
Télécharger le fichier
Origine | Accord explicite pour ce dépôt |
---|